La atención odontológica es, sin lugar a dudas, una situación estresante para el paciente, ya sea por malas experiencias previas, miedo al dolor, sensación de vulnerabilidad, incertidumbre, inseguridad, etc. 

En nuestra experiencia, una de las mejores formas de combatir todo esto es mediante la comunicación. La comunicación fluida depende tanto de usted como de nosotros. Es nuestra responsabilidad hacerlo sentir cómodo para que nos haga saber sus dudas y temores relacionados con el tratamiento odontológico. Es deber del profesional explicarle y hacer hincapié en sus miedos puntuales antes y durante la atención. Mientras menos sentimientos esconda el paciente al profesional, menor será la tensión entre ambos. Esto disminuirá su incertidumbre, aumentará su seguridad y se logrará, de esta manera, un menor grado de estrés durante la atención.

El estímulo de la comunicación favorece a que el paciente adquiera un rol activo en la atención. Éste es un concepto de vital importancia para el éxito del tratamiento y no sólo es importante dentro del consultorio, sino que también lo es fuera del mismo. La colaboración durante la atención facilita la misma y la hace más ágil y amena. La participación fuera del consultorio, por ejemplo manteniendo una buena higiene o consultando al profesional por alguna duda, evita problemas a corto y largo plazo.

Otra de las ventajas de lograr una comunicación fluida es que nos permite que usted forme una idea más clara de los resultados que se van a tener después de un tratamiento. Ser conscientes del alcance que presenta un tratamiento evita las falsas expectativas y las consecuentes desilusiones que puede generar. Si no se da una correcta comunicación, a pesar de que se logren resultados óptimos, el paciente puede no estar satisfecho con los resultados simplemente porque no era lo que esperaba.

La facilidad para lograr una buena comunicación esta dada por la capacidad y voluntad tanto del profesional como del paciente para escuchar y explicar. Si es necesario hacer un esfuerzo extra para que se dé, vale la pena ya que ese esfuerzo retornará con creces.